jueves, 21 de abril de 2016
viernes, 8 de abril de 2016
Saladino el Cruel
Contrariamente a lo que salen en películas de Hollywood como "El Reino de los Cielos" y algunos libros con cierta antiguedad que tenían más ficción que realidad en su contenido, Saladino no fué un ser de luz caballeroso y piadoso, ni mucho menos, lo que ocurre es que comparado con otros líderes musulmanes, él era más benévolo (era Kurdo, no árabe) ya que la mayoría solían ser crueles sanguinarios, al estilo del Estado Islámico actual; pero como veremos a continuación Saladino tampoco se quedaba corto en cuanto a crueldad.
Este personaje, como todos los grandes hombres, tiene sus luces y sus
sombras, y después de leer su biografía escrita por diferentes autores,
vemos que Saladino tuvo solamente una verdadera fobia, y ésta era su
odio cerval a los caballeros del Hospital y sobre todo a los
templarios.Después de la batalla de Tiberiades,mandó buscar a todos los
prisioneros templarios y hospitalarios y ofreció a sus hombres,
cincuenta dinares por cada caballero de estas órdenes que le trajeran.
Dicen las crónicas que llegó a reunir a casi setecientos y una vez los
tuvo delante gritó a sus soldados:”Quiero extirpar de la Tierra estas
dos razas impuras” (Las Cruzadas,Johannes Lehmann).
Y seguidamente pidió a los sufies (místicos de la religión musulmana)
que le acompañaban, que con sus propias espadas les cortaran el cuello.
Durante toda la matanza estuvo presente y riendo.Cuando se terminó el
horrible espectáculo, dijo simplemente: “Hemos hecho una buena obra”, y
seguidamente como contraste dejó libre a varios cientos de cristianos
también hechos prisioneros en la misma batalla.
A qué motivo se debía su odio asesino a los caballeros-monjes
cristianos; ningún historiador ha sabido interpretarlo, pero parece ser
que quizá Saladino buscó “algún secreto” conocido por ellos, y más
concretamente por los templarios, pues la única vez que se portó
humanamente con alguien del Temple, fue cuando capturó en un solo día al
Gran Maestre de los Templarios y a Hug de Tiberiades.
Los mantuvo un tiempo en su corte, habló y bromeó con ellos e incluso en
un hecho insólito, dió cincuenta mil besantes de su bolsillo, para
liberarlos y cuando los dos caballeros marcharon, les dio una importante
cantidad de dinero ¿le habían dicho lo que deseaba saber?. El
historiador Zoé Oldenbourg en su inmensa obra Las Cruzadas
(editorial Destino) nos dice que al parecer Saladino había hecho un
voto místico desde muy joven, para acabar con los caballeros-monjes.