En
La Búsqueda del Santo Grial, ciento cincuenta caballeros de la Mesa
Redonda parten de Camelot dispuestos a superar todo tipo de peligros con
tal de recuperar el cáliz llevado a Inglaterra por los descendientes de
José de Arimatea y conservado en el castillo de Cobernic. De todos
ellos, sin embargo, solo tres - Bors, Perceval y Galahad- conseguirán
coronar la aventura, y de éstos sólo uno, Galahad, modelo de caballero
cristiano en quien el ascetismo y la castidad se funden con la ayuda
divina, llegará a conocer los secretos del Santo Grial. Galahad alcanza
un nivel espiritual perfecto, digno de otro mundo, gracias a su vida
intachable libre de pecado, a su devoción y a su conducta siempre recta
durante las aventuras que va superando como caballero cristiano.
Otro de los caballeros más relevantes de la búsqueda es Lanzarote, un
apuesto caballero de gran renombre, reconocido por todos como el mejor
de los caballeros antes de la llegada de Perceval y Galahad. Lanzarote
llega a ver el Grial, pero debido a su endurecimiento de corazón,
producido por el pecado, ni se da cuenta del valor que tiene lo que está
viendo, su espíritu es prisionero de las pasiones mundanas. Lanzarote se da cuenta de esto y
sufre mucho, hasta que se encuentra con un monje con el cual se confiesa
después de muchos años sin hacerlo y vuelve a encontrar a Dios.
La Búsqueda del Santo Grial es una obra literaria perteneciente al ciclo
de leyendas artúricas conocido como el "ciclo de la Vulgata", llena de
significado espiritual, de valores cristianos y lecciones para todo
aquel que no está totalmente cegado por los antivalores de la sociedad
actual, es un imprescindible para los apasionados del medievo, de las
órdenes de caballería y de la civilización cristiana. Por supuesto no tiene nada que ver con el esoterismo, como suelen pretender desde esos ambientes.
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