domingo, 24 de agosto de 2025

De los Vedas a la Cábala: la alianza esotérica contra Cristo

El hinduismo y el judaísmo son religiones con trayectorias históricas muy diferentes, pero presentan una serie de similitudes que, desde el punto de vista gnóstico y esotérico, los hacen converger en ciertos aspectos fundamentales. Esta afinidad ha sido explotada en Occidente, especialmente desde finales del siglo XIX, por élites culturales y filantrópicas —muchas de ellas de origen judío— que han promovido la difusión del hinduismo y otras religiones orientales en Europa y Estados Unidos. El objetivo de este movimiento no ha sido meramente académico o espiritual, sino también estratégico: diluir el marco doctrinal del cristianismo y reemplazarlo por una espiritualidad sin dogmas, relativista y compatible con una cultura globalizada. 

Aunque hinduismo y judaísmo no comparten un origen común, existen puntos de conexión que se pueden etiquetar como gnósticos en un sentido amplio. Ambos sistemas incluyen conceptos, estructuras y objetivos espirituales que, si bien nacen en contextos diferentes, presentan notables similitudes.

Parentesco conceptual entre hinduismo y la Cábala

  • Conocimiento secreto (gnosis). En la Cábala judía, el acceso a Dios pasa por un conocimiento esotérico reservado a iniciados. En el hinduismo —especialmente en corrientes como el Vedanta o el Yoga tántrico— también se habla de un conocimiento superior que trasciende lo ritual y lo externo. 

    En el judaísmo, la redención se concibe como algo ligado a la obediencia a la Ley y, en la Cábala, al ascenso a través del árbol sefirotico. En el hinduismo, la liberación (moksha) depende del esfuerzo humano por romper el ciclo de reencarnaciones mediante la disciplina espiritual. En ambos casos, la salvación no es un don gratuito de Dios, sino el resultado de un proceso voluntarista de conocimiento o purificación.

  • Visión jerárquica y esotérica del cosmos. Tanto la Cábala (con sus sefirot) como el hinduismo (con sus lokas y planos) sostienen una estructura jerarquizada de realidades, donde lo visible es solo una pequeña parte del conjunto.

  • División entre élite iniciada y masa profana. En ambas tradiciones existe la distinción entre quienes acceden al conocimiento profundo y el pueblo que solo recibe enseñanzas superficiales. Tanto en la tradición cabalística como en las escuelas hindúes más profundas, existe una clara separación entre los sabios, iniciados o brahmanes, y la mayoría del pueblo, que solo accede a enseñanzas superficiales o prácticas rituales. El acceso a la verdad plena queda restringido a minorías selectas (soberbia espiritual).


La promoción del hinduismo en Occidente

Desde las últimas décadas del siglo XIX, el hinduismo y otras religiones orientales han sido impulsados en Occidente. Parte de este impulso provino de personas o círculos con fuerte presencia judía, así como de instituciones académicas y culturales que veían en estas doctrinas un contrapeso al cristianismo europeo.

El objetivo, en muchos casos, se ha enmarcado dentro de un proyecto de sincretismo espiritual: fusionar elementos de distintas tradiciones para diluir marcos religiosos exclusivos, especialmente aquellos que —como el cristianismo— son doctrinalmente más exigentes y excluyentes.

En el siglo XX, editoriales, universidades y fundaciones filantrópicas (varias financiadas o dirigidas por personas judías influyentes) han apoyado la difusión de textos vedánticos, yoga y meditación, en parte como contrapeso cultural al cristianismo europeo. Este impulso muchas veces se enmarca en una estrategia más amplia de sincretismo espiritual: mezclar elementos de distintas tradiciones para diluir marcos religiosos exclusivos como el cristianismo, que es más excluyente doctrinalmente, puesto que la salvación procede del sacrificio y la resurrección de Cristo.   

jueves, 14 de agosto de 2025

Henry Howard, poeta y guerrero

Henry Howard, conde de Surrey (1517-1547), fue un noble inglés, poeta renacentista y uno de los primeros en introducir el verso blanco en la literatura inglesa. De linaje aristocrático y carácter altivo, sirvió en la corte de Enrique VIII, donde destacó por su talento y por su espíritu combativo. Mantuvo rivalidades y tensiones con otros cortesanos, ganándose tanto admiradores como enemigos. Sus críticas veladas y su ambición política le costaron caro: acusado de traición por supuestas aspiraciones al trono, fue ejecutado a los 30 años. Católico de convicciones, su figura combina cultura, valor y un destino trágico propio de los grandes personajes históricos.

Howard, con todos sus defectos, no renunció a la fe tradicional ni se doblegó al protestantismo de Enrique VIII.

Era un hombre de su tiempo, un caballero católico del Renacimiento no era un monje, sino alguien que defendía su linaje, su rey (cuando era justo) y su fe… a la vez que lidiaba con tentaciones y pasiones humanas. 

Poeta y guerrero católico:

  • Fiel a la Tradición: En plena Inglaterra protestante, Howard mantuvo su lealtad a Roma y al viejo orden caballeresco, incluso cuando esto le costaba ganarse enemigos peligrosos en la corte.

  • Espíritu combativo: No era un cortesano servil; tenía la lengua afilada y el orgullo alto, lo que le llevaba a chocar con rivales y a no “bajar la cabeza” ante injusticias.

  • Cultura y armas: Poeta refinado y guerrero valiente, personificaba la idea medieval-renacentista de que la pluma y la espada podían ir de la mano.

  • Pasiones humanas: Vanidad, rivalidades, impulsividad… todo eso lo acompañaba. Pero el catolicismo, lejos de exigir una pureza irreal, le pedía luchar contra esas pasiones y buscar redención.

  • Mártir político: Acabó ejecutado no por ser un criminal común, sino por ser una figura incómoda, demasiado noble y orgullosa para la corte de Enrique VIII.

  • Legado: Encarnó la resistencia de un mundo que se apagaba, un caballero que prefería caer de pie antes que vivir arrodillado.

     

Autónomo de pensamiento, culto, orgulloso, con gusto refinado, valiente hasta el exceso y con un desprecio evidente hacia el servilismo de su entorno. Henry Howard vivió y cayó en sus propios términos. No pidió permiso. No buscó aprobación. Y por eso su nombre sigue en pie, cuando tantos otros se borraron con el tiempo. 

 

martes, 5 de agosto de 2025

Mediocridad intelectual

José Antonio Primo de Rivera - Wikipedia, la enciclopedia libre

"Aquí están los ridículos intelectuales henchidos de pedantería, son la descendencia venida a menos de aquellos intelectuales que negaron la movilidad de la tierra y su redondez y la posibilidad del ferrocarril porqué todo ello pugnaba con las fórmulas. Pobrecillos, como van a entender a través de sus gafas de miopes el atisvo aislado de la luz divina, lo que no cabe en sus estrechas cabezas creen que no puede existir y encima se rien con aire de superioridad... "


Jose Antonio Primo de Rivera