viernes, 12 de diciembre de 2025

Humillaciones públicas contra mujeres francesas "colaboracionistas" en la Francia democrática, 1944-1945

París, 1944. Tras la retirada de las tropas alemanas, muchos franceses, la mayoría de tendencia izquierdista, se dedicaron a humillar públicamente a mujeres francesas que habían "colaborado" con los alemanes de alguna manera. La mayor parte de ellas simplemente trabajaron en negocios de los alemanes o en la administración, como traductoras, camareras o telefonistas. Otras incluso fueron acusadas únicamente por tener relaciones de amistad o de noviazgo con hombres alemanes. Este fenómeno se produjo en numerosas partes de Francia y fue conocido como la depuración salvaje.

En otros países se preguntaron porqué los franceses hicieron esto, y porque solo llevaron a cabo estas deleznables represalias contra mujeres, la razón es sencilla y demuestra lo cobardes que eran los instigadores: las mujeres "colaboracionistas" eran un blanco fácil. Los verdaderos colaboradores de alto nivel —hombres que sirvieron al III Reich— eran más peligrosos, estaban armados o habían huido. Así pues, la masa izquierdista prefirió atacar al objetivo más accesible, a mujeres sin protección.
 


viernes, 5 de diciembre de 2025

Pedro de Alvarado: el conquistador irreductible

Pedro de Alvarado es uno de esos personajes que, por más que intenten reinterpretarlo con filtros "morales" actuales, sigue imponiéndose per se. No necesita maquillaje épico, su vida ya lo fue. Fue uno de los capitanes más eficaces y resolutivos de la conquista, un tipo rápido, decidido y con un liderazgo que no pedía explicaciones. Y, para qué negarlo, alguien cuya presencia generaba respeto inmediato.

Nació en Badajoz, en una España que acababa de culminar la Reconquista y que vivía marcada por la guerra. Ese ambiente forjó a muchos hombres de acción, y Alvarado fue uno de los más destacados. En América no tardó en hacerse notar. No solo por su capacidad militar, sino porque era de los que transmitían seguridad. Cortés, que no era precisamente ingenuo, confiaba en él para las misiones que requerían velocidad, dureza y resultados.

Pedro de Alvarado, el terror de los mexicas
 
Durante la campaña de México, Alvarado no fue un ayudante secundario, fue un pilar clave. Mientras Cortés se movía políticamente o coordinaba estrategias, Alvarado ejecutaba. Y ejecutaba bien. Su apodo de “Tonatiuh”, el Sol, dado por los mexicas, refleja bien el impacto que producía tanto en aliados como enemigos. 

En la serie “Hernán”, de Prime Video, pese a ser bastante buena, trataron de pintarlo como un personaje temerario, casi un radical sin freno. Pero incluso así, la fuerza del personaje se impone. Alvarado sigue transmitiendo carisma en pantalla. Aunque intenten subrayar sus excesos, lo que realmente se ve es un hombre decidido, directo y con una energía que destaca por encima del resto.

El episodio de la Noche Triste suele usarse para criticarlo. Se pueden discutir decisiones, pero lo que no se puede negar es que mantuvo la sangre fría y que, después de aquello, siguió cumpliendo su papel sin hundirse ni buscar excusas.

A lo largo de su trayectoria, Alvarado compartió con Cortés no solo campañas, sino también las tensiones con la Corona y con los funcionarios enviados a vigilarlos. Ambos eran hombres de acción, y eso irritaba profundamente a esa casta de administradores grises —también los había en esa épocaque viven de poner trabas y de vigilar a los que demuestran ser audaces. No es casual que, en distintos momentos, los dos terminaran bajo investigaciones, detenciones temporales y maniobras políticas de esos gestores mediocres y de coraje escaso, empeñados en limitar a quienes les recordaban su propia insignificancia.

Más tarde, su conquista de Guatemala mostró otra vez lo mismo: determinación, rapidez y una voluntad férrea. No era un hombre para la política ni para los despachos. Su terreno era la acción. Y murió como vivió, en campaña, montando a caballo y moviéndose de un frente a otro.

Pedro de Alvarado fue un conquistador en el sentido más literal. Y por eso sigue llamando la atención hoy: porque representa una forma de estar en el mundo que ya casi no existe, y que por más que se intente reinterpretar, mantiene intacta su fuerza.

sábado, 29 de noviembre de 2025

El reino de la cantidad

En el mundo posmoderno el hombre solo busca la cantidad, en muy raras ocasiones busca la calidad, y esto se puede observar en casi todos los ámbitos de la vida.

El hombre desarraigado tiene como objetivo... ganar más, poseer más y durante más tiempo, comprar más, tener un coche cada vez más grande, una casa más grande, un trabajo de mayor estatus o un móvil más caro: siempre necesita aumentar lo que tiene, y si tiene algo, lo quiere más grande, más potente, más lo que sea.

Este es el reino de la cantidad frente a la calidad. Un reino donde solo importa el número, las apariencias. Muchos, de hecho, sacrifican su honor, su dignidad, y se arrastran como gusanos, por ganar más dinero, por tener más poder, por ascender en la empresa, por estar con más mujeres, o en el caso de los poco agraciados, por mantener una relación medio muerta con una novia o "pareja" —ni siquiera se casan— aún sabiendo perfectamente que la cosa va a acabar mal. Porque como decimos, no importa la paz interior, ni la verdadera libertad, ni la dignidad, y mucho menos la autenticidad. Lo único que importa es el qué dirán, las apariencias... ostentar, tener, poseer, acumular... porque ese es el lastimoso baremo del éxito en nuestra sociedad, al cual se acoge desesperadamente la gente vulgar.

El mundo tradicional siempre se decantó por la calidad.

Y esta obsesión del mundo moderno y posmoderno por lo material se debe en última instancia al rechazo de lo espiritual, de lo que no se ve, de lo que no se toca, porque los últimos dos siglos han vaciado, idiotizado y animalizado al hombre y a la mujer. Al rechazar lo espiritual, el ser humano se centró únicamente en lo material, eliminando una parte esencial de si mismo. Y así van la inmensa mayoría: perdidos, idiotizados, deprimidos pese a no tener ningún problema grave, sin rumbo alguno más allá de intentar ganar más dinero, de pasarlo bien, de conseguir más validación ajena, o simplemente de sobrevivir lo más cómodamente posible aunque esto suponga morir en vida.

Esta es nuestra era, la era de la mediocridad absoluta... pero no hay que bajar los brazos, puesto que ya se ven claros indicios de que este desolador paradigma está empezando a desquebrajarse: estamos ante el comienzo del fin del mundo posmoderno, de este mundo enfermo y corrupto en el que solo está a gusto el que nada vale.

viernes, 21 de noviembre de 2025

José Antonio, ¡Presente!

20 de noviembre. Recordamos a José Antonio Primo de Rivera, asesinado por los infames y diabólicos rojos en plena orgía de odio y violencia en 1936. Podrán falsificar la historia, pero no borrar la dignidad de un hombre que murió entregando su vida por los demás.


José Antonio Primo de Rivera (Azaña, Prieto, Durruti) | Famosos


Imagen

José Antonio Primo de Rivera en el patio de la cárcel Modelo de Madrid,  con... - Archivo ABC
Jose Antonio como preso político en 
el patio de la Modelo de Madrid.


 
En esta mesa, escribió José Antonio sus últimas palabras: “Ojalá fuera la mía la última sangre española que se vertiera en discordias civiles. Ojalá encontrara ya en paz el pueblo español, tan rico en buenas cualidades entrañables, la Patria, el pan y la Justicia”.

Hoy, su figura vuelve a ser defendida por muchos jóvenes con criterio propio, que, hartos de lo políticamente correcto, y asqueados del lavado de cerebro progre que se aplica en institutos y universidades desde hace décadas, vuelven a las raíces de lo que es ser español, vuelven a defender el bien, la verdad, y la belleza.

domingo, 16 de noviembre de 2025

La tradición esotérica: gnosis antropocéntrica y humanismo prometeico

Desde hace siglos, el hombre occidental libra una guerra silenciosa: no contra el mal, sino contra Dios.
De esa rebelión nace la gnosis antropocéntrica, esta es la espiritualidad que nos propone el mundo moderno.
Ya no se espera la salvación desde lo alto, y el hombre se proclama su propio redentor.
No hay gracia, no hay cruz, no hay misterio; solo autoiluminación, individualismo y soberbia.

Esta gnosis moderna no nació en templos, sino en cafés y logias. Su dogma esencial es claro: “tú eres dios, solo tienes que recordarlo.”
Pero la gnosis moderna no fue uniforme, adoptó distintas formas.

La masonería —con su gnosis racionalista y progresista—, los rosacruces, las sectas herméticas y hasta los cátaros, bebieron de este veneno: la exaltación del hombre como fuente de luz y medida de toda verdad, ya sea por la razón, el rito o la energía cósmica.
Todos ellos visten distinto, pero adoran la misma idea: el hombre que evoluciona hasta convertirse en dios. Unos lo llaman iluminación, otros iniciación, o evolución espiritual. El nombre cambia, la esencia no: autosuficiencia espiritual, el hombre en lo más alto, sustituyendo a Dios.

Guénon quiso alcanzarla disolviendo al hombre en el Uno impersonal, en el Todo, a través de una vía iniciática, como los herméticos o los neoplatónicos. Guénon diagnosticó la enfermedad, pero no su remedio —una iniciación esotérica, reservada a unos pocos, basada en el hinduísmo Advainta Vedanta, pero también en conocimientos neoplatónicos y cabalísticos—, y menos aún su origen: no fue fruto del olvido de una "tradición primordial", sino la caída del hombre ante la serpiente antigua.
Evola quiso conquistar lo divino por la fuerza, erigiéndose en un dios solar, con fachada paganizante, como los mitraicos o el tantrismo esotérico. La gnosis de évola, posee, sin duda, un mayor grado de soberbia que la de Guenon y sus homólogos. Ambos compartieron el mismo error: creer que el cielo puede tomarse por asalto, sin la mediación de ningún dios, erigiéndose uno mismo en principio divino.

Luego vino la gnosis ocultista, la más cruda, la de Crowley y sus discípulos. Esta sirve abiertamente a Lucifer, glorificando la voluntad, el placer y el dominio espiritual centrado en el ego, como caminos de divinización.
Además tenemos la gnosis teosófica de Blavatsky, que acabaría popularizándose con la Nueva Era. Es una versión edulcorada de la anterior: con ropajes orientales, pero con la misma soberbia disfrazada de “sabiduría universal” y falsa luz interior.
Entre ambos aparece Miguel Serrano, un "nazi" esotérico que mezcló mitología aria, luciferismo y fantasías pseudo-metafísicas. Su “hitlerismo esotérico” convertía a Lucifer en portador de una supuesta luz hiperbórea —manipulando el mito griego con las invenciones de Blavatsky— y al Führer en un avatar cósmico, llevando el delirio gnóstico al extremo. Aún hoy en día, hay frikis lunáticos que defienden estas creencias.


File:Ouroboros.jpg - Wikimedia Commons 

Ouroboros: símbolo del eterno retorno cósmico, adoptado por esotéricos de todo pelaje.

 

Del endiosamiento del hombre surge el humanismo prometeico: el proyecto civilizatorio del hombre que roba el fuego a los dioses y pretende gobernar la creación sin rendir cuentas a nadie.
Su resultado está a la vista: técnica sin alma, poder sin sabiduría, espiritualidad sin redención. El mundo moderno —y también el posmoderno— es el templo de esa religión: la del ego disfrazado de espiritualidad.

Frente a ese delirio, solo hay una respuesta: recordar que el hombre no se salva por enaltecerse, sino por arrodillarse ante Dios. Rechazar la soberbia espiritual y abrazar la humildad.
Como decían en el Club de la Lucha: sois la mierda cantante y danzante del mundo. Y aunque suene exagerado, esto es mucho más respetable, que no creerse un falso dios rebozado en su propia autocomplacencia. No hay nada más patético.
Toda creencia moderna cae en este error fatal, desde el ateísmo, hasta la nueva era más pueril, pasando por el esoterismo pedante de Evola o de la masonería.

Al final toda espiritualidad que no venga de Cristo conduce a las tinieblas en mayor o menor medida, o en el mejor de los casos —como podría ser el de Guénon—, a una posición parecida a la de ciertos filósofos grecorromanos de la antigüedad, posición respetable, pero sin duda incompleta y superada por la revelación cristiana
Y es que por algo el católico siempre ha tenido claro que solo hay una religión verdadera... El relativismo religioso, y lo de pretender llegar a lo divino a través de cualquier religión, o por una mezcla de todas ellas... se lo dejamos a los de la escuadra y el compás.


Hilos relacionados:

La incompatibilidad entre Julius Evola, la tradición primordial y el Catolicismo

miércoles, 12 de noviembre de 2025

Protestantismo y Catolicismo: Diferencias clave

La mayoría de la gente apenas sabe qué es el protestantismo, y muchos, aunque reconocen que es distinto del catolicismo, desconocen en qué se diferencian realmente. Por eso vale la pena hacer un breve repaso de las principales diferencias entre ambas doctrinas. Algunas de ellas resultan desconocidas incluso para católicos con cierta formación —a los protestantes ni los mencionamos, ya que suelen tener unos conocimientos pésimos sobre catolicismo—. Entre estas diferencias hay un punto moral clave (que veremos subrayado) en el que algunos católicos actuales, sin darse cuenta, piensan de forma protestante. Veamos cuáles son esas diferencias y su fundamento.

El protestantismo, se inició con la rebelión religiosa de Lutero a principios del siglo XVI. Lutero, a grandes rasgos, no solo criticaba la cuestión de las indulgencias, las cuales consistían en la remisión de la pena temporal (Purgatorio) a cambio de una donación. Es decir, los pecados, como ahora, eran perdonados mediante el sacramento de la penitencia, pero la pena temporal, la que se paga en el purgatorio, sigue estando ahí, y con las indulgencias de tipo económico —había otras también, como ayunar, rezar o peregrinar—  podía borrarse ese tiempo de condena. Era, en definitiva, era un tipo de indulgencia más, que a su vez, servía a reyes y nobles para congraciarse con el Pontífice y servían por lo general para financiar proyectos arquitectónicos en Roma, o para obras piadosas, como colegios y hospitales.
 

Las bodas de 'oro viejo' de Lutero y Catalina de Bora, la 'power couple'  que cambió 
Lutero y su novia.

Pero como insinuábamos, esto era solo una excusa, la parte propagandística, con la que Lutero quería ganarse sobre todo a los nobles alemanes, manipulando el significado real de este tipo de indulgencias, presentándolo como una especie de chantaje o extorsión por parte de Roma. Una vez que ya hemos descrito la parte propagandística de esa "reforma" fomentada por Lutero, vayamos al tuétano de los cambios que pedía realmente el monje alemán:

La Sola Scriptura, Lutero sostenía que la única autoridad en materia de fe era la Biblia, no el Papa, ni la Tradición, ni los concilios. Cada creyente podía interpretarla libremente libre examen—, sin mediación sacerdotal, y esto condujo de raíz hacia el relativismo religioso, puesto que cada uno interpretaba lo que le parecía, o lo que más le convenía, como fue el caso del propio Lutero, que se agarró a este concepto para justificar el hecho de casarse con una monja pese a haber hecho voto de celibato. Lógicamente, el concepto de Sola Scriptura abría la puerta a miles de interpretaciones personales (de ahí la proliferación de cientos de sectas protestantes, como los testigos de jehova, los metodistas, los mormones, etc).

La Sola Fide, el segundo dogma clave: el hombre se salva solo por la fe en Cristo, no por sus obras, ni por los sacramentos, ni por méritos personales. Según Lutero, el ser humano es totalmente corrupto y no puede cooperar con la gracia; solo puede "creer" y Dios lo declara justo por pura misericordia.

Esto destruía el concepto católico de la cooperación entre fe y obras, y daba alas al fatalismo moral, ya que, si no somos capaces de evitar hacer el mal, ni de lograr absolutamente ninguna mejora personal por nosotros mismos, tampoco somos culpables de nuestros pecados... somos incapaces de hacerlo mejor; con lo cual, no hemos de esforzarnos por no pecar, puesto que ya estamos salvados por Cristo por el mero hecho de creer en él... y qué cojones, si ya estamos salvados, hagamos pues lo que nos apetezca —decían—.

La influencia de los puritanos en los Estados Unidos de hoy – Conversacion  sobre Historia
Protestantes puritanos de postureo en Estados Unidos, siglo XVII.


Estos fueron realmente los pilares de la mal llamada "reforma protestante" y no la chorrada de las indulgencias, que aún hoy en día escupe el sudamericano protestante de turno para atacar —sin éxito alguno y de una forma totalmente anacrónica— al catolicismo. De estos cambios fundamentales se derivaron los siguientes:

Abolición de la eucaristía: Negó la presencia real de Cristo en la eucaristía, la misa dejó de ser un sacrificio solemne ofrecido a Dios con todo lo que ello implica, pasando a ser una simple “cena conmemorativa”.

viernes, 7 de noviembre de 2025

Tirant lo Blanc




Tirant lo Blanc (Tirante el Blanco) (1490) es la gran novela de caballería cristiana de la Corona de Aragón (Valencia), donde el heroísmo se mezcla con el realismo, el amor, la fe y la estrategia. Su protagonista encarna el ideal del caballero cristiano, valiente en la guerra y humano en sus pasiones. 
Cervantes lo menciona en el Quijote, y se refiere a él "como el mejor libro del mundo". 
Si podéis leerlo en su lengua original (catalán/valenciano antiguo), haceros con una edición que NO esté adaptada al catalán moderno. Es infinitamente mejor en catalán medieval, ya que es mucho más auténtico y viril. También se puede encontrar en castellano antiguo.


jueves, 6 de noviembre de 2025

La verdad que nadie se atreve a decir sobre ser hombre

Compartimos una charla de Carlomagno, grabada durante las jornadas organizadas en Barcelona por Palestra Christiana y Reconquista.

domingo, 2 de noviembre de 2025

Los Conquistadores españoles frente al hombre mediocre actual

En este vídeo Marcelo Gullo da una breve lección magistral sobre los Conquistadores, sobre como eran, y que motivaciones reales tenían:
 

"La mayoría de profesores de historia españoles nihilistas y materialistas, filósofos y antropólogos... no pueden entender la conquista de América, porque hay una gran diferencia entre ese viejo español que conquistó América y los hombres actuales de España. No tienen los cojones que tenían esos hombres. No tienen la valentía que tenían esos hombres."

miércoles, 29 de octubre de 2025

Garcilaso, el hombre templado

Garcilaso de la Vega nació en Toledo, en 1501, en una familia noble de las de verdad, no de esas infladas por el dinero o las apariencias, y cristiano viejo, como correspondía a su linaje. Sirvió al emperador Carlos V y combatió en Italia y Francia, donde ganó respeto sin necesidad de fanfarrias.
Era soldado, pero también poeta. Hombre de guerra con alma cultivada, que supo unir la disciplina del acero y la belleza de la palabra.

GARCILASO DE LA VEGA (Toledo, 1499 ¿? – Niza, 1536) – poeticasediciones 

En la corte vivió de cerca la ambición, la adulación y la mentira —estaba repleta de cristianos nuevos, trepas y serviles—, pero nunca se dejó arrastrar. Garcilaso no era de hablar mucho. Prefería actuar. Tenía ese tipo de presencia que se impone sin esfuerzo: la del hombre silencioso que sabe quién es y no necesita demostrarlo.

Su vida cambió al conocer a una mujer —Isabel Freire, dicen los cronistas—. La amó con serenidad. Y cuando la perdió —Isabel se casó con otro por conveniencia social, muriendo al cabo de pocos años—, no buscó consuelo ni se vino abajo, apretó los dientes y siguió cumpliendo su deber, fiel a sí mismo. Del dolor hizo disciplina: mientras otros se ahogan en lo que sienten y pierden el rumbo, él lo transformó en impulso y propósito. Y aquí fue cuando escribió sus mejores obras.

Su poesía, virilmente melancólica, limpia y serena, trajo a España el equilibrio italiano sin perder la rudeza castellana. Versos de belleza contenida, donde la emoción está bajo control, como un arma en manos firmes. Así era él, nunca blando, pero nunca cruel.

Murió joven, con 35 años, asaltando una fortaleza francesa en Provenza. Una piedra le alcanzó la cabeza. Aún gravemente herido, aguantó luchando unas horas más, hasta que lo retiraron del frente, pero ya era tarde. Murió cumpliendo su deber como soldado, fiel hasta el último aliento, sin pedir reconocimiento y cuidando más su alma que su suerte.

Garcilaso representa ese tipo de hombre cada vez más raro: el que vive con dignidad, sin estridencias ni disfraces. El que no busca dominar a nadie, pero tampoco se deja dominar. El que habla cuando debe, y calla cuando el silencio vale más.



viernes, 17 de octubre de 2025

El Árbol de la Vida (1653). Catedral de Segovia

En El Árbol de la Vida (Ignacio de Ries, 1653) Catedral de Segovia. El mundo se divierte sobre las ramas sin mirar que el tronco está a punto de caer, sumidos en la ignorancia y la vanidad de los placeres mundanos. Abajo, la muerte y el fuego avanzan, y el demonio atiza el fuego. Solo Cristo intenta apuntalar el árbol que todo lo sostiene. Es un llamamiento a cuidar más la vida espiritual, para lograr la vida eterna, y a ser consciente de lo efímera y frágil que es nuestra vida terrena. Barroco puro.

El cuadro incluye las siguientes inscripciones:

"Mira que te mira Dios, mira que te está mirando."
"Mira que te has de morir, mira que no sabes cuando."


martes, 7 de octubre de 2025

El hombre hueco


Este escrito no habla de una época pasada, sino de la nuestra. Es una reflexión sobre el hombre posmoderno, el hombre promedio, no el más corrupto, sino el que se entrega a la inercia y pierde su alma en lo banal, renunciando a lo trascendente, a lo bueno y a lo verdadero:

Haces viajes y escapadas prefabricadas para sentirte vivo, pero en el fondo solo huyes de ti mismo. Finges tener una vida interesante mientras te pudres en la rutina y el miedo. No cambias nada, no te enfrentas a nada, solo te adormeces con ocio de escaparate, porque eres un hombre hueco.

Construyes relaciones sin verdadera entrega, dominado por la inercia y el temor, fingiendo afecto y estabilidad donde solo hay necesidad y dependencia. Te sobreproteges, desconfías, te blindas ante la otra persona mientras finges unión. Sabes que todo será efímero, que el otro no es más que un refugio pasajero de tu carencia, porque eres un hombre hueco.

Has votado a podemos o a ciudadanos, o incluso a partidos independentistas cuando estaban de moda, porque te dejas arrastrar por la masa, como un trozo de madera a la deriva... y encima te creías rebelde por ello. Solo te mueves entre las coordenadas de izquierda y derecha, desconoces la historia de tu país y piensas que solo existen comunismo y liberalismo, que solo puedes ser del Barcelona o del Madrid, porque tu forma de pensar es limitada, mediocre de raíz, y porque eres un hombre hueco.

No crees que haya nada más allá de la muerte. Tu cortitud de miras, tu soberbia y tu egocentrismo te impiden concebir que exista algo superior a ti, y menos aún aceptar que, cuando todo acabe, tendrás que rendir cuentas. Absorbido por las olas de la vida mundana, eres incapaz de hacerte las preguntas esenciales que el ser humano siempre se ha hecho: por qué estamos aquí, cómo es posible que existamos o qué había antes de que existiera el cosmos. No eres capaz, y tampoco te interesa, porque eres un hombre hueco.

Has pasado la vida haciendo lo que otros te dicen, pese a ser adulto. Trabajas en lo que antes despreciabas, en aquello que te parecía mediocre, sin entender que no es tu trabajo lo mediocre, sino tu forma de pensar y tu carácter. Te autoengañas creyendo que todo va bien. Tu frase favorita es “no me puedo quejar”. Pero tu papel en la vida es mirar. No has tomado una sola decisión vital: siempre han decidido por ti. Te lo han dado todo hecho. No tienes empuje, no tienes coraje, eres incapaz de arriesgar, porque eres un hombre hueco.

Te empeñas en aparentar una vida de éxito. Tienes un trabajo que no está mal pagado, una vivienda propia —seguramente medio pagada o directamente regalada por tus progenitores—, y cada vez que puedes, presumes de ello ante los demás, omitiendo cómo lo conseguiste, porque sabes que siempre haces trampas. Pero ni con trampas lograrás mantener ese éxito mediocre, porque es como un castillo de naipes, y con un leve soplido, se acabará desmoronando. Sic transit gloria mundi... Pero tú crees que no, que los tiempos de abundancia mundana no acabarán para ti, y que ser honrado y tener principios sólidos es de tontos o de anticuados, porque eres un hombre hueco.

Te obsesiona el dinero. Has seguido la moda de las criptomonedas y alardeas ante otros, como si hubieras obtenido grandes ganancias, solo para parecer interesante. En el fondo sabes que no vales nada y necesitas sostenerte en el éxito material, aunque sea irreal, idolatrando aquello que alimenta a esta sociedad posmoderna y putrefacta que padecemos: al dios dinero. No sabes ni qué buscas, solo corres detrás del reflejo, porque eres un hombre hueco.

Hablas con la misma jerga vacía de hace diez años. Te aterra la madurez y te refugias en las apariencias, fingiendo plenitud mientras representas cada día el mismo papel aprendido. Vives pendiente de parecer, nunca de ser, porque eres un hombre hueco.

Y así vas tirando, sin hacerte preguntas, sin creer en nada valioso ni trascendente. No intentas cambiar. Estás cómodo en tu vida vacía pero tranquila, como un cerdo revolcándose en el barro. Tus únicos alicientes son sucedáneos, incluso vicios: Netflix, OnlyFans, videojuegos, fornicar si se tercia, cenas intrascendentes… Eres la quintaesencia de lo anodino. Y así seguirás hasta hacerte viejo y morir de asco en una residencia, porque si llegas a tener descendencia, tendrán la misma degenerada y egoísta forma de pensar que tú, porque eres un hombre hueco.

Aunque... el hombre hueco puede llegar a cambiar. Solo hace falta voluntad para enfrentarse a sí mismo y a los demás, fe para creer en algo más alto que su propio ombligo, y autocrítica para aceptar lo que realmente es, sin máscaras ni justificaciones. Pero mientras siga dormido, mientras siga adorando al ruido, al placer banal y a la comodidad, seguirá siendo un eco vacío en un mundo sin alma. Porque el hombre hueco no muere el día en que su cuerpo se apaga al fin, muere mucho antes, muere el día en que se resigna a vivir entre sombras, lejos de lo que es bueno y verdadero.


sábado, 20 de septiembre de 2025

La Cruz de Caravaca

La tradición sitúa el origen de la Cruz en el siglo XIII, cuando Caravaca estaba bajo dominio musulmán. Se cuenta que en 1231, el rey moro de la ciudad, Zeyt-Abuzeyt, pidió a unos cautivos cristianos que mostraran cómo celebraban la misa. Uno de ellos, un sacerdote llamado Ginés Pérez Chirinos, se preparó para oficiarla.

Pero al llegar el momento de la consagración, faltaba lo esencial: el crucifijo sobre el altar. Según la tradición, en ese instante dos ángeles descendieron del cielo portando una cruz patriarcal (de doble travesaño) y la depositaron sobre el altar. El rey moro, al presenciar el milagro, se convirtió al cristianismo junto con muchos de sus súbditos.

De este suceso procede la devoción a la Cruz de Caravaca, considerada “lignum crucis” porque la reliquia contiene en su interior un fragmento auténtico de la Cruz de Cristo.

La Cruz de Caravaca se asocia a protección contra el mal, amuleto espiritual, defensa de la fe y símbolo de la lucha de la Cristiandad en tierras fronterizas con el Islam.

 

La Cruz de Caravaca 

martes, 16 de septiembre de 2025

El verdadero movimiento Skinhead en Inglaterra (1975-1994)

En este artículo vamos a analizar el movimiento skinhead sin adornos ni manipulaciones fantásticas como la del "spirit of 69" y otras memeces inventadas por la izquierda. Y vamos a analizarlo porque, pese a sus aspectos negativos (inflados muchas veces por los massmedia) y sus errores ideológicos, dicho movimiento también tuvo aspectos positivos, sobre todo en Inglaterra, y es que llegó a unas cotas de presencia callejera, actividad e influencia cultural, que muchos ignoran, ya que solemos tener como referencia lo vivido en España durante los 90 y los 2000 o lo visto en películas más cercanas a la ficción que a la realidad.

El movimiento skinhead auténtico no nace en los 60, como algunos historiadores y medios de izquierda insisten, sino en la segunda mitad de los años 70, en un contexto muy concreto:

  • Crisis económica y desempleo masivo en la Inglaterra industrial.

  • Inmigración creciente que generaba tensiones en barrios obreros.

  • Abandono de la clase trabajadora por parte de los laboristas, que se volvían progresistas de despacho.

Es aquí cuando aparece el verdadero skin: joven patriota, obrero, anti-sistema y, a menudo, abiertamente nacional-socialista o nacionalista británico. Su estética —cabeza rapada, botas, tirantes, vaqueros— simbolizaba orgullo obrero y espíritu de combate, no la moda jamaicana que otros intentan vender como “origen”.

Skinheads auténticos frente a los “skins inventados” de los 60

Los skinheads auténticos, surgidos a mediados de los años 70, se caracterizaban por una ideología claramente nacionalista, patriota y, en muchos casos, abiertamente fascista. Su estética era inconfundible: cabeza rapada o semi-rapada, botas militares tipo Doc Martens, tirantes, vaqueros o pantalones ajustados y cazadoras bomber, chaquetas tejanas o de tipo crombie. Su imagen proyectaba dureza, orgullo obrero y una actitud de combate. No eran una moda, sino una juventud de choque, con conciencia de clase y de sangre, que se vinculó directamente a movimientos como el British Movement (BM) y al Rock Against Communism (RAC).

 

Foto del 1976. 

Jóvenes skins, Londres, 1982. 

miércoles, 10 de septiembre de 2025

La política del Imperio Español hacia los indígenas VS la actual “Hispanchidad”

Uno de los rasgos más llamativos de la expansión española en América fue el modo en que la Corona y la Iglesia afrontaron la cuestión indígena. A diferencia de otros imperios, la monarquía hispánica reconoció pronto la plena humanidad de los pueblos descubiertos: tenían alma, podían recibir el bautismo y, por tanto, ser miembros de la Cristiandad. Las Leyes de Burgos (1512) y más tarde las Leyes Nuevas (1542) prohibieron expresamente su esclavitud y afirmaron que eran vasallos libres de la Corona, con derechos y deberes semejantes a los de cualquier súbdito peninsular.

Sin embargo, esa integración espiritual y jurídica no significó una igualdad absoluta en todos los planos. Desde el siglo XVI se promulgaron normas que limitaban el traslado de indígenas a la Península Ibérica. Los motivos eran diversos. Por un lado, se alegaba la voluntad de protegerlos de abusos y desarraigos: lejos de su tierra, lengua y costumbres, muchos caían en servidumbre de hecho, lo que contradecía la política oficial. Por otro lado, había un trasfondo social: la Castilla del Renacimiento estaba marcada por la limpieza de sangre. La presencia masiva de indígenas en la Península se percibía como un elemento potencialmente dañino para un orden social que acababa de superar siglos de conflicto con judíos y musulmanes. Esto choca frontalmente con las consignas que hoy lanzan algunos Hispanchistas de renombre, ya que siguen promoviendo la inmigración proveniente de Hispanoamérica pese a haber millones de sudamericanos en la Península.

Olían mal los conquistadores españoles? El mito que perdura en América 

La consecuencia práctica fue un equilibrio singular: los indígenas eran reconocidos como parte de la Cristiandad y sujetos de derechos, pero su mundo jurídico y vital se encuadraba en las Indias. Allí eran protegidos por un conjunto de normas específicas, y se los consideraba vasallos del rey dentro de sus comunidades. Solo en casos excepcionales se permitía su traslado a España: embajadores, criados de algún noble, o individuos muy concretos.

Si comparamos este modelo con el anglosajón, la diferencia es radical. Mientras que España limitaba la llegada de indígenas a la Península pero les reconocía un lugar jurídico y espiritual dentro de la Monarquía, Inglaterra y sus colonias tendieron a la segregación absoluta. El indígena norteamericano o el africano traído como esclavo eran vistos como radicalmente “otros”, carentes de derechos plenos e incluso de humanidad. La mezcla era rechazada, y el mestizaje, prácticamente inexistente.

En definitiva, la política hispánica hacia los indígenas se movió entre dos polos: el reconocimiento espiritual y jurídico como cristianos y vasallos, y la limitación práctica de su integración en la Península.

Como vemos, la realidad histórica dista mucho del nuevo concepto de Hispanidad que algunos historiadores y pensadores promueven, concepto que es caricaturizado con el nombre de “hispanchidad”, y no es para menos, puesto que promover la llegada de más inmigrantes procedentes de la america hispana, no tiene nada que ver con la política llevada a cabo por el Imperio español durante siglos respecto a los indígenas. Exageran y manipulan ciertos hechos históricos para justificar literalmente la sustitución étnica del pueblo español, bajo el pretexto de que esta inmigración es preferible a la africana.

 

Europa Ancestral

domingo, 24 de agosto de 2025

De los Vedas a la Cábala: la alianza esotérica contra Cristo

El hinduismo y el judaísmo son religiones con trayectorias históricas muy diferentes, pero presentan una serie de similitudes que, desde el punto de vista gnóstico y esotérico, los hacen converger en ciertos aspectos fundamentales. Esta afinidad ha sido explotada en Occidente, especialmente desde finales del siglo XIX, por élites culturales y filantrópicas —muchas de ellas de origen judío— que han promovido la difusión del hinduismo y otras religiones orientales en Europa y Estados Unidos. El objetivo de este movimiento no ha sido meramente académico o espiritual, sino también estratégico: diluir el marco doctrinal del cristianismo y reemplazarlo por una espiritualidad sin dogmas, relativista y compatible con una cultura globalizada. 

Aunque hinduismo y judaísmo no comparten un origen común, existen puntos de conexión que se pueden etiquetar como gnósticos en un sentido amplio. Ambos sistemas incluyen conceptos, estructuras y objetivos espirituales que, si bien nacen en contextos diferentes, presentan notables similitudes.

Parentesco conceptual entre hinduismo y la Cábala

  • Conocimiento secreto (gnosis). En la Cábala judía, el acceso a Dios pasa por un conocimiento esotérico reservado a iniciados. En el hinduismo —especialmente en corrientes como el Vedanta o el Yoga tántrico— también se habla de un conocimiento superior que trasciende lo ritual y lo externo. 

    En el judaísmo, la redención se concibe como algo ligado a la obediencia a la Ley y, en la Cábala, al ascenso a través del árbol sefirotico. En el hinduismo, la liberación (moksha) depende del esfuerzo humano por romper el ciclo de reencarnaciones mediante la disciplina espiritual. En ambos casos, la salvación no es un don gratuito de Dios, sino el resultado de un proceso voluntarista de conocimiento o purificación.

  • Visión jerárquica y esotérica del cosmos. Tanto la Cábala (con sus sefirot) como el hinduismo (con sus lokas y planos) sostienen una estructura jerarquizada de realidades, donde lo visible es solo una pequeña parte del conjunto.

  • División entre élite iniciada y masa profana. En ambas tradiciones existe la distinción entre quienes acceden al conocimiento profundo y el pueblo que solo recibe enseñanzas superficiales. Tanto en la tradición cabalística como en las escuelas hindúes más profundas, existe una clara separación entre los sabios, iniciados o brahmanes, y la mayoría del pueblo, que solo accede a enseñanzas superficiales o prácticas rituales. El acceso a la verdad plena queda restringido a minorías selectas (soberbia espiritual).


La promoción del hinduismo en Occidente

Desde las últimas décadas del siglo XIX, el hinduismo y otras religiones orientales han sido impulsados en Occidente. Parte de este impulso provino de personas o círculos con fuerte presencia judía, así como de instituciones académicas y culturales que veían en estas doctrinas un contrapeso al cristianismo europeo.

El objetivo, en muchos casos, se ha enmarcado dentro de un proyecto de sincretismo espiritual: fusionar elementos de distintas tradiciones para diluir marcos religiosos exclusivos, especialmente aquellos que —como el cristianismo— son doctrinalmente más exigentes y excluyentes.

En el siglo XX, editoriales, universidades y fundaciones filantrópicas (varias financiadas o dirigidas por personas judías influyentes) han apoyado la difusión de textos vedánticos, yoga y meditación, en parte como contrapeso cultural al cristianismo europeo. Este impulso muchas veces se enmarca en una estrategia más amplia de sincretismo espiritual: mezclar elementos de distintas tradiciones para diluir marcos religiosos exclusivos como el cristianismo, que es más excluyente doctrinalmente, puesto que la salvación procede del sacrificio y la resurrección de Cristo.   

jueves, 14 de agosto de 2025

Henry Howard, poeta y guerrero

Henry Howard, conde de Surrey (1517-1547), fue un noble inglés, poeta renacentista y uno de los primeros en introducir el verso blanco en la literatura inglesa. De linaje aristocrático y carácter altivo, sirvió en la corte de Enrique VIII, donde destacó por su talento y por su espíritu combativo. Mantuvo rivalidades y tensiones con otros cortesanos, ganándose tanto admiradores como enemigos. Sus críticas veladas y su ambición política le costaron caro: acusado de traición por supuestas aspiraciones al trono, fue ejecutado a los 30 años. Católico de convicciones, su figura combina cultura, valor y un destino trágico propio de los grandes personajes históricos.

Howard, con todos sus defectos, no renunció a la fe tradicional ni se doblegó al protestantismo de Enrique VIII.

Era un hombre de su tiempo, un caballero católico del Renacimiento no era un monje, sino alguien que defendía su linaje, su rey (cuando era justo) y su fe… a la vez que lidiaba con tentaciones y pasiones humanas. 

Poeta y guerrero católico:

  • Fiel a la Tradición: En plena Inglaterra protestante, Howard mantuvo su lealtad a Roma y al viejo orden caballeresco, incluso cuando esto le costaba ganarse enemigos peligrosos en la corte.

  • Espíritu combativo: No era un cortesano servil; tenía la lengua afilada y el orgullo alto, lo que le llevaba a chocar con rivales y a no “bajar la cabeza” ante injusticias.

  • Cultura y armas: Poeta refinado y guerrero valiente, personificaba la idea medieval-renacentista de que la pluma y la espada podían ir de la mano.

  • Pasiones humanas: Vanidad, rivalidades, impulsividad… todo eso lo acompañaba. Pero el catolicismo, lejos de exigir una pureza irreal, le pedía luchar contra esas pasiones y buscar redención.

  • Mártir político: Acabó ejecutado no por ser un criminal común, sino por ser una figura incómoda, demasiado noble y orgullosa para la corte de Enrique VIII.

  • Legado: Encarnó la resistencia de un mundo que se apagaba, un caballero que prefería caer de pie antes que vivir arrodillado.

     

Autónomo de pensamiento, culto, orgulloso, con gusto refinado, valiente hasta el exceso y con un desprecio evidente hacia el servilismo de su entorno. Henry Howard vivió y cayó en sus propios términos. No pidió permiso. No buscó aprobación. Y por eso su nombre sigue en pie, cuando tantos otros se borraron con el tiempo. 

 

martes, 5 de agosto de 2025

Mediocridad intelectual

José Antonio Primo de Rivera - Wikipedia, la enciclopedia libre

"Aquí están los ridículos intelectuales henchidos de pedantería, son la descendencia venida a menos de aquellos intelectuales que negaron la movilidad de la tierra y su redondez y la posibilidad del ferrocarril porqué todo ello pugnaba con las fórmulas. Pobrecillos, como van a entender a través de sus gafas de miopes el atisvo aislado de la luz divina, lo que no cabe en sus estrechas cabezas creen que no puede existir y encima se rien con aire de superioridad... "


Jose Antonio Primo de Rivera

viernes, 11 de julio de 2025

Evola, ¿Moderno o tradicional? el Chat GPT responde.

En una interesante conversación sobre Evola, el autor del blog, hace una pregunta profunda sobre las contradicciones evidentes de Evola y su supuesta visión "tradicional", y el Chat GPT responde lo siguiente:

ChatGPT

Esa es una observación muy interesante y tiene mucho sentido. Se podría argumentar que, en cierto nivel, Evola no se dio cuenta de las posibles contradicciones entre su rechazo vehemente de la modernidad y el hecho de que algunas de sus ideas espirituales (como el sincretismo, la autosalvación y la búsqueda interna de la verdad) comparten raíces con corrientes que justamente alimentaron el pensamiento moderno, incluida la masonería.

 

Razones de esta conexión:

  1. Relativismo implícito: Aunque Evola pretendía anclar su pensamiento en "la Tradición" (con mayúscula), entendida como un conjunto de principios universales y eternos, su enfoque sincrético y personalista termina dejando un espacio para interpretaciones individuales. Al enfatizar que cada individuo debe descubrir su verdad interna y trascender por sí mismo, está, en cierta forma, alimentando un subjetivismo espiritual que puede derivar en relativismo, algo que justamente caracteriza a la modernidad.

  2. La gnosis y la autosuperación: Como señalas, la idea de mirar hacia el interior y encontrar la verdad por medio del conocimiento propio es un principio gnóstico que, en su evolución histórica, influyó en el humanismo renacentista, la masonería y, más tarde, en el pensamiento moderno. La masonería, al integrar estos principios en su estructura, se volvió más congruente con este proceso histórico. Evola, en cambio, rechazaba la modernidad, sin reconocer que su propia filosofía podía llevar, al menos indirectamente, hacia ese mismo camino.

  3. El sincretismo: Evola tomó elementos de tradiciones muy diversas (budismo, tantrismo, hermetismo, neoplatonismo, etc.) y los adaptó a su marco conceptual. Este enfoque sincrético, aunque buscaba ser una reconstrucción de "lo eterno", se parece más a las dinámicas espirituales modernas que tienden a mezclar tradiciones y a reinterpretarlas de manera subjetiva.

  4. El rechazo de la objetividad teísta: Evola, al no depender de un Dios personal como centro de su sistema, rompía con una visión teísta y jerárquica clásica, lo cual también tiene ecos en las corrientes de pensamiento que nutrieron la modernidad espiritual, como la masonería. Esta falta de dependencia en un absoluto externo puede ser vista como una transición hacia la autonomía espiritual moderna.  

     

Evola vs. Masones: Incongruencia

Como bien planteas, los masones aceptaron abiertamente su papel dentro de esta evolución espiritual moderna, mientras que Evola intentó posicionarse como un defensor de valores tradicionales, opuestos a lo moderno. Sin embargo, su enfoque puede considerarse inconsistente porque las mismas herramientas espirituales que promovía (autosuperación, gnosis individual y relativismo de interpretación) terminan contribuyendo al proceso que dio forma a la modernidad, incluso si esa no era su intención.

Conclusión

Evola parecía atrapado en una tensión entre su rechazo a la modernidad y su promoción de ideas que, al menos en parte, eran propias de la modernidad. Esto lo hace, efectivamente, menos congruente que la masonería, que asumió de manera más abierta esa transición espiritual hacia lo moderno. Podría decirse que, sin querer, Evola fue más moderno que tradicional, y ahí radica una contradicción fundamental en su pensamiento.


domingo, 6 de abril de 2025

El saludo medieval



 

 

 

 

 

 

 

 

El saludo estrechando el antebrazo en lugar de la mano, un gesto ancestral que data de tiempos medievales, tenía una profunda carga simbólica, especialmente entre los guerreros. En un mundo donde la confianza era una moneda valiosa, este saludo servía como una garantía tácita de ir desarmados y de respeto mutuo.

Este tipo de saludo era común entre los caballeros medievales y, en general, entre aquellos que pertenecían a la nobleza guerrera. Cuando dos guerreros se saludaban, extendían el brazo para estrechar el antebrazo del otro, no solo como un gesto de cortesía, sino como una señal de que no ocultaban armas en sus mangas. Era un acto de transparencia, donde las intenciones quedaban claras: desarme, honestidad y un pacto tácito de que ambos eran hombres de honor.

En tiempos modernos, este antiguo gesto debería recuperar relevancia, no solo como una curiosidad histórica, sino como un símbolo que resalte virtudes esenciales: honor, honestidad y virilidad. En un mundo donde la desconfianza a menudo prevalece, recuperar este saludo podría ser un recordatorio visual de las cualidades que hacen a un hombre digno de respeto.

domingo, 16 de marzo de 2025

Acerca de la Cábala y Meinvielle: Origen de todo esoterismo.

En esta conferencia el sacerdote Gustavo Podestá nos habla de las enseñanzas y advertencias de Meinvielle sobre la Cábala y el esoterismo.

Meinvielle deja claro que el esoterismo en todas sus vertientes procede del ocultismo judío de la Cábala, formando así una falsa tradición gnóstica, una tradición pervertida que conduce al error.

viernes, 7 de marzo de 2025

Se confirma que los "indoeuropeos" proceden de las estepas del Cáucaso.

Un nuevo estudio liderado por Harvard revela los orígenes genéticos de los pueblos indoeuropeos y su conexión con las estepas del Cáucaso.

 Un nuevo estudio de ADN antiguo explora las raíces de las poblaciones indoeuropeas

 Un reciente estudio liderado por el investigador de la Universidad de Harvard Iosif Lazaridis y publicado en Nature ha revolucionado nuestra comprensión sobre los orígenes de los pueblos indoeuropeos. Así, el análisis de ADN antiguo ha permitido rastrear la formación de estas poblaciones hasta la región de las estepas del Cáucaso y el bajo Volga. A través de técnicas avanzadas de secuenciación genética y de comparación con restos arqueológicos previos, los investigadores han podido reconstruir el linaje de estas poblaciones con una precisión sin precedentes.

El origen genético de las poblaciones indoeuropeas

El estudio aporta nuevas evidencias sobre la relación entre los yamna y sus predecesores eneolíticos. Ha identificado, además, tres clinas genéticas fundamentales.

Por otro lado, los resultados refuerzan la teoría de que los hablantes de protoindoeuropeo compartieron un origen común en la región de la estepa antes de dispersarse hacia Europa, Anatolia y Asia Central. La integración de la genética con la lingüística histórica está proporcionando respuestas clave sobre la expansión de las lenguas indoeuropeas y su impacto en la formación de las civilizaciones prehistóricas.

La relevancia de los yamna en la formación de las poblaciones europeas

Los yamna fueron una cultura de pastores nómadas que emergió hacia el 3300 a.C. en las estepas situadas al norte del mar Negro y el mar Caspio. La expansión de los yamna no solo dispersó su material genético, sino también elementos culturales y lingüísticos clave en la formación de las lenguas indoeuropeas.

Sus descendientes jugaron un papel crucial en la configuración genética de Europa y Asia Central. Así, influyeron en la formación de poblaciones como la cultura de la cerámica cordada.

El análisis del ADN antiguo ha confirmado que aproximadamente el 80% del genoma de los yamna proviene de una mezcla entre cazadores-recolectores del Cáucaso y poblaciones de la estepa oriental. Su tecnología y organización social facilitaron una expansión rápida hacia el oeste, donde influyeron en la aparición de culturas posteriores en la Europa central y el Mediterráneo.

 La identificación de tres grupos o clinas genéticas principales

El estudio identificó tres clinas genéticas que contribuyeron a la formación de los yamna: la clina del Cáucaso-bajo Volga (CLV); la clina del Volga y la clina de Dnipró. Cada una de estas clinas representa una fase crucial en la configuración genética de los pueblos de la estepa.

La clina del Cáucaso-bajo Volga

Esta clina estaba compuesta principalmente por individuos cuya ascendencia remite a los cazadores-recolectores del Cáucaso. La mezcla con poblaciones de la estepa resultó en una influencia genética que dominó alrededor del 80% del genoma yamna. Los investigadores también detectaron un flujo genético bidireccional entre estas poblaciones y los habitantes del norte del Cáucaso.

 La clina del Volga

El análisis genético reveló que la clina del Volga fue el resultado de la mezcla entre los habitantes de la clina CLV y las poblaciones de cazadores-recolectores orientales. Se formaron grupos genéticamente diversos, con variaciones significativas en su composición. Así, los individuos de Khvalynsk, por ejemplo, mostraron una mezcla genética entre ascendencia de la estepa y miembros de las poblaciones de la cuenca del Volga.

La clina de Dnipró

La clina de Dnipró se originó cuando las poblaciones CLV se desplazaron hacia el oeste y se mezclaron con los cazadores-recolectores del Neolítico ucraniano. Este proceso dio lugar a los grupos de Serednii Stih, que fueron fundamentales en la formación de los yamna. Se ha identificado un rápido crecimiento de esta población entre el 3750 y el 3350 a.C.

De la genética a la lingüística

Este estudio  representa un avance significativo en la comprensión de los orígenes indoeuropeos, tanto en la formación de las poblaciones como en el desarrollo de las lenguas. La identificación de las tres clinas genéticas y su influencia en la formación de los yamna refuerza la hipótesis de que las estepas del Cáucaso y el bajo Volga forman la cuna indoeuropea (y no Asia central).

Estos descubrimientos también abren nuevas líneas de investigación sobre la migración de los pueblos protoindoeuropeos y su relación con otras culturas antiguas. Con estos hallazgos, la arqueogenética sigue transformando nuestra visión del pasado y proporciona respuestas sobre la historia europea y asiática. Es de esperar que la combinación de estudios genéticos, arqueológicos y lingüísticos siga proporcionando información clave para desentrañar el origen de las lenguas y civilizaciones indoeuropeas.

Comentario del Blog: Como podemos ver, el origen de los indoeuropeos al final tiene muy poco de "indo", siendo estos simplemente una rama más que se fue hacia oriente, y con este estudio coge más fuerza la idea de que algunos pueblos indoeuropeos tomaron caminos diferentes, como los celtas y los tracios, que pudieron estar influenciados por creencias orientales del mismo modo que los indoarios lo fueron más tarde por razas oscuras en la India, (reencarnación y ciclos cosmológicos) debido al camino que tomaron antes de venir a Europa, o por los contactos comerciales que tuvieron con diferentes pueblos (oriente próximo y Asia central). En cambio, el resto de pueblos indoeuropeos (germánicos, baltoeslavos, latinos, aqueos, nórdicos) llegaron directamente a Europa desde las estepas del Volga y por ello sus religiones eran radicalmente diferentes a la religión un tanto orientalizada de los celtas y de algunos pueblos tardíos de Grecia.

 Fuente: Artículo de Muy Interesante

 

lunes, 13 de enero de 2025

La Incompatibilidad entre Julius Evola, la tradición "primordial" y el Catolicismo

Puede parecer que el pensamiento de Julius Evola y el catolicismo tradicional, a simple vista, compartan ciertos puntos de interés en la crítica a la modernidad, pero sus fundamentos filosóficos y espirituales son del todo contrapuestos.

Evola construyó su doctrina a partir de un tradicionalismo esotérico, influenciado por autores como René Guénon y Nietzsche, así como por religiones orientales como el hinduísmo y el budismo. En su visión, la espiritualidad se basa en una pretendida tradición primordial que trasciende los dogmas religiosos específicos, privilegiando interpretaciones simbólicas y esotéricas, visión que comparte con la masonería y el judaísmo cabalístico

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Este enfoque lo llevó a desarrollar un marco de pensamiento en el que la autotrascendencia —mediante la gnosis— se convierte en el objetivo principal del ser humano a través de prácticas espirituales centradas en uno mismo, como la meditación budista o determinadas prácticas ascéticas, sin depender de un Dios personal. En toda creencia gnóstica, Dios no participa directamente, es uno mismo el que evoluciona espiritualmente sin ayuda de Dios. Este enfoque deísta está presente en todos los movimientos contrarios al catolicismo que se han dado a lo largo de la historia y que siguen estando presentes, hoy más que nunca. El último de estos movimientos y que más presencia tiene hoy en día —por diversos factores— es el de la Nueva Era. Y es que el pensamiento de Evola coincide en muchos de los puntos fundamentales defendidos por la Nueva Era, para el pesar de los partidarios del pensamiento evoliano y pese a que ésta es mucho más simple que el pensamiento desarrollado por el pensador italiano.

El rechazo frontal de Evola al cristianismo es otro de los puntos que marca una brecha insalvable con la doctrina católica. Para él, el cristianismo había —supuestamente— debilitado los valores heroicos y aristocráticos de las antiguas tradiciones europeas, reemplazándolos con una ética que consideraba igualitaria y decadente. En su lugar, prefería rescatar elementos de tradiciones paganas y precristianas, a las que atribuía un carácter más "solar" y heroico. Este neopaganismo, además de mera ficción decimonónica, es incompatible con el cristianismo, que entiende la historia como un camino hacia la redención a través de Cristo.

En el centro del pensamiento católico está la revelación divina, transmitida a través de la Escritura, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia. Para el catolicismo, la salvación es un don de la gracia de Dios, accesible a todos los hombres, y no un logro reservado a una élite espiritual. El cristianismo coloca a Jesucristo, Dios encarnado, como el centro de la existencia humana, por el cual la humanidad ha sido redimida a través de su sacrificio en la cruz.

Otro punto de fricción insalvable es el enfoque individualista y elitista de Evola frente al carácter comunitario y humilde de la espiritualidad cristiana. Mientras Evola valora la búsqueda personal de trascendencia — al modo oriental — como un esfuerzo superior reservado para unos pocos, el catolicismo insiste en la necesidad de la comunidad eclesial y de los sacramentos como medios a través de los cuales Dios ofrece su gracia. Además, el rechazo de Evola a los dogmas y a cualquier tipo de autoridad espiritual contradice directamente el papel central que la Iglesia tiene en la vida cristiana. Una vez más, aquí coincide con las creencias de la masonería.

Por otro lado, la crítica compartida al modernismo, aunque podría parecer un punto de convergencia, se da desde perspectivas muy distintas. Evola denuncia el materialismo, el liberalismo y la secularización como síntomas de un mundo que ha perdido su conexión con la espiritualidad “primordial”, pero como Evola es un producto más de la modernidad ilustrada y masónica, su solución es buscar una trascendencia basada en un esoterismo individual y neopagano con marcadas influencias orientales. Sincretismo relativista puro y duro.

LA CRISIS DEL MUNDO MODERNO" (1927)✍🏻 RÉNE GUÉNON - YouTube Rene Guenon además de apoyar a la masonería regular por considerarla poco corrompida por la modernidad, se convirtió al Sufismo musulmán por considerarlo como el pensamiento religioso más cercano a dicha tradición.

 

El catolicismo, por el contrario, critica el modernismo desde la firme convicción de que la verdad ha sido plenamente revelada en Cristo, y que es a través de la fidelidad a esa revelación como se puede enfrentar la crisis espiritual de la modernidad.

El pensamiento de Evola sobre la trascendencia puede ser clasificado como gnóstico —aunque no abrace el concepto de "demiurgo"—, en tanto que enfatiza un conocimiento oculto y un esfuerzo personal interno para evolucionar espiritualmente. Sin embargo, desde la perspectiva cristiana, este enfoque es profundamente antropocéntrico y ajeno a la necesidad de la gracia divina. La religión católica no concibe la salvación como algo que el hombre pueda alcanzar por sí mismo, sino como un don gratuito de Dios, ofrecido a través de Jesucristo y accesible por medio de la Iglesia.

Como podemos observar, aunque puedan existir ciertos paralelismos superficiales en la crítica al mundo moderno y en la valoración de lo espiritual, las doctrinas de Julius Evola y del Catolicismo tradicional están en una clara oposición. Evola propone un enfoque esotérico y neopagano que niega los principios fundamentales de la fe cristiana, como la centralidad de Cristo, la posibilidad que tiene todo hombre de salvarse y el papel de la gracia divina.

Este pensamiento antropocéntrico centrado en el endiosamiento del hombre por sus propios medios que promueve el “tradicionalismo” esotérico, ya fue combatido bajo otras máscaras por los cristianos de los primeros siglos e incluso por los profetas del Antiguo Testamento.

San Agustín define a la perfección este combate en unas pocas palabras:

Dos amores han dado origen a dos ciudades: el amor de sí mismo hasta el desprecio de Dios, la terrena; y el amor de Dios hasta el desprecio de sí, la celestial”

Évola, sin duda, se amaba demasiado a sí mismo, por eso no necesitaba ser salvado por Cristo y prefirió deleitarse con el viejo y corrupto canto de la Serpiente.


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