Cuando una nación es poderosa y domina
territorios con ansias de independencia, desde los mismos enemigos
externos e internos se comienza a generar propaganda contra dicha
nación. Hoy día esa propaganda es clara y se puede observar como entre
países opuestos se intercambian noticias intentado ensombrecer el nombre
del país oponente. Pero no es un fenómeno nuevo, ya en el siglo XIII
cuando la Corona Aragonesa comenzaba a influir en territorios italianos y
Barcelona y Valencia comenzaban a rivalizar comercialmente con las
ciudades italianas, las voces en contra del creciente poder aragonés
surgían por doquier contando historias sobre los desmanes de los
catalanes y aragoneses. La enemistad con los aragoneses con los años fue
creciendo y extendiéndose al resto de peninsulares especialmente
durante el reinado de los Reyes Católicos.
Pero la propaganda antiespañola no tiene
un único origen, los protestantes holandeses y flamencos también
pusieron de su parte, la rivalidad de los Orange con los Austrias
españoles facilitó la extensión de la Leyenda Negra. La expulsión de los
judíos, que llegaron en masa a territorio italianos, alemanes y
holandeses, tampoco ayudó, siendo los propios expulsados un nuevo foco
de propaganda antiespañola. A su vez la huida de Antonio Pérez,
secretario de Felipe II provocó que nuevos rumores e historias en contra
de España salieran a la luz.
Martin Lutero también vió en el creciente poderío español de la época un enemigo a derrocar y junto con varios autores promulgó la imagen de promiscuos y vagos de los españoles. La leyenda negra siguió propagándose gracias a los británicos y sus aliados protestantes hasta comienzos del siglo XIX que es cuando ve su máximo auge. Es durante los procesos de independencia de los territorios sudamericanos cuando se hace un uso exhaustivo por parte de los líderes independentistas de la mala fama española buscando la adhesión a la causa de la población civil y del Imperio Británico y USA, que buscaban mermar el poderío español, ya bastante tocado durante la guerra de Independencia contra las tropas Napoleónicas.
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