Siempre existió un número considerable de evocati en cada ejército de importancia, y cuando el general era uno de los favoritos entre los soldados, el número de veteranos que se unían a su estandarte se incrementaba. El evocati era oficialmente liberado de deberes militares comunes como fortalecer el campamento y hacer carreteras. Tenían un rango más alto en el ejército que los legionarios comunes.
Parecen haber sido ascendidos frecuentemente al rango de centuriones y eran normalmente los portadores de la vara de mando y de disciplinar a sus compañeros legionarios.