jueves, 22 de julio de 2021

Reflexiones de un nacional revolucionario sobre la desastrosa situación de los partidos de "tercera posición" en España

(Reproducimos un artículo publicado en el Occidental en 2013 sobre la situación que se daba en el panorama patriota antes de la irrupción de Vox, por su notoria relevancia en la historia más reciente del patriotismo alternativo en España.)

" Como persona que desde su adolescencia mantuvo una actitud inconformista ante la vida, y una forma de percibir el mundo que nos rodea de forma diferente a la gran mayoría de miembros de su generación, quise desde hace muchos años atrás, dar un nuevo sentido a mi vida, hacer algo que tuviera un valor trascendental y, entre sueños, teniendo presente la firme convicción de que una derecha rancia, podrida, falta de valor moral y con el amor a la patría más en su cartera que en su corazón y una izquierda corrupta, carente de todo sentido espiritual, la cual se vendió desde hace mucho a los grandes poderes, a los ayuda a destruir todo vestigio de identidad y comunidad ético-racial; decidimos unos cuantos jóvenes inconformistas, de entre los cuales ya quedamos desgraciadamente unos pocos, iniciar nuestra andadura en lo que creíamos iba a ser el movimiento que representaría la auténtica luz y faro de la revolución social y nacional en España y en Europa.
Creíamos firmemente que éste iba a ser el partido que conseguiría dar un vuelco ideológico al panorama de lo que hoy tristemente se denomina la ultraderecha española. Éste, iba a ser para nosotros un movimiento vencedor, vivo, el cual plantearía nuevas alternativas en lo referido al activismo, la ideología, y las estrategias para despertar por fin a la sociedad española de su letargo.


Para nosotros, iba a ser un movimiento que por fin podría unir bajo su estandarte a todas las personas, sin importar su estrato social y las conseguiría encauzar hacia la consecución de un bien común y supremo, que haría que esta sociedad saliera de su decadencia y encontrara de verdad un nuevo concepto del bienestar. También, creía que en un partido como éste me encontraría con una especie de familia, es decir (no estoy hablando de una secta en absoluto), con personas que de verdad me apoyarían, me abrirían los ojos hacia nuevos conocimientos, me ayudarían a dar un nuevo rumbo a mi vida, me enseñarían nuevos valores y orientarían sobre nuevas formas de disfrutar de una vida vanal y cercana al nihilismo más estúpido.