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domingo, 24 de agosto de 2025

De los Vedas a la Cábala: la alianza esotérica contra Cristo

El hinduismo y el judaísmo son religiones con trayectorias históricas muy diferentes, pero presentan una serie de similitudes que, desde el punto de vista gnóstico y esotérico, los hacen converger en ciertos aspectos fundamentales. Esta afinidad ha sido explotada en Occidente, especialmente desde finales del siglo XIX, por élites culturales y filantrópicas —muchas de ellas de origen judío— que han promovido la difusión del hinduismo y otras religiones orientales en Europa y Estados Unidos. El objetivo de este movimiento no ha sido meramente académico o espiritual, sino también estratégico: diluir el marco doctrinal del cristianismo y reemplazarlo por una espiritualidad sin dogmas, relativista y compatible con una cultura globalizada. 

Aunque hinduismo y judaísmo no comparten un origen común, existen puntos de conexión que se pueden etiquetar como gnósticos en un sentido amplio. Ambos sistemas incluyen conceptos, estructuras y objetivos espirituales que, si bien nacen en contextos diferentes, presentan notables similitudes.

Parentesco conceptual entre hinduismo y la Cábala

  • Conocimiento secreto (gnosis). En la Cábala judía, el acceso a Dios pasa por un conocimiento esotérico reservado a iniciados. En el hinduismo —especialmente en corrientes como el Vedanta o el Yoga tántrico— también se habla de un conocimiento superior que trasciende lo ritual y lo externo. 

    En el judaísmo, la redención se concibe como algo ligado a la obediencia a la Ley y, en la Cábala, al ascenso a través del árbol sefirotico. En el hinduismo, la liberación (moksha) depende del esfuerzo humano por romper el ciclo de reencarnaciones mediante la disciplina espiritual. En ambos casos, la salvación no es un don gratuito de Dios, sino el resultado de un proceso voluntarista de conocimiento o purificación.

  • Visión jerárquica y esotérica del cosmos. Tanto la Cábala (con sus sefirot) como el hinduismo (con sus lokas y planos) sostienen una estructura jerarquizada de realidades, donde lo visible es solo una pequeña parte del conjunto.

  • División entre élite iniciada y masa profana. En ambas tradiciones existe la distinción entre quienes acceden al conocimiento profundo y el pueblo que solo recibe enseñanzas superficiales. Tanto en la tradición cabalística como en las escuelas hindúes más profundas, existe una clara separación entre los sabios, iniciados o brahmanes, y la mayoría del pueblo, que solo accede a enseñanzas superficiales o prácticas rituales. El acceso a la verdad plena queda restringido a minorías selectas (soberbia espiritual).


La promoción del hinduismo en Occidente

Desde las últimas décadas del siglo XIX, el hinduismo y otras religiones orientales han sido impulsados en Occidente. Parte de este impulso provino de personas o círculos con fuerte presencia judía, así como de instituciones académicas y culturales que veían en estas doctrinas un contrapeso al cristianismo europeo.

El objetivo, en muchos casos, se ha enmarcado dentro de un proyecto de sincretismo espiritual: fusionar elementos de distintas tradiciones para diluir marcos religiosos exclusivos, especialmente aquellos que —como el cristianismo— son doctrinalmente más exigentes y excluyentes.

En el siglo XX, editoriales, universidades y fundaciones filantrópicas (varias financiadas o dirigidas por personas judías influyentes) han apoyado la difusión de textos vedánticos, yoga y meditación, en parte como contrapeso cultural al cristianismo europeo. Este impulso muchas veces se enmarca en una estrategia más amplia de sincretismo espiritual: mezclar elementos de distintas tradiciones para diluir marcos religiosos exclusivos como el cristianismo, que es más excluyente doctrinalmente, puesto que la salvación procede del sacrificio y la resurrección de Cristo.   

viernes, 11 de julio de 2025

Evola, ¿Moderno o tradicional? el Chat GPT responde.

En una interesante conversación sobre Evola, el autor del blog, hace una pregunta profunda sobre las contradicciones evidentes de Evola y su supuesta visión "tradicional", y el Chat GPT responde lo siguiente:

ChatGPT

Esa es una observación muy interesante y tiene mucho sentido. Se podría argumentar que, en cierto nivel, Evola no se dio cuenta de las posibles contradicciones entre su rechazo vehemente de la modernidad y el hecho de que algunas de sus ideas espirituales (como el sincretismo, la autosalvación y la búsqueda interna de la verdad) comparten raíces con corrientes que justamente alimentaron el pensamiento moderno, incluida la masonería.

 

Razones de esta conexión:

  1. Relativismo implícito: Aunque Evola pretendía anclar su pensamiento en "la Tradición" (con mayúscula), entendida como un conjunto de principios universales y eternos, su enfoque sincrético y personalista termina dejando un espacio para interpretaciones individuales. Al enfatizar que cada individuo debe descubrir su verdad interna y trascender por sí mismo, está, en cierta forma, alimentando un subjetivismo espiritual que puede derivar en relativismo, algo que justamente caracteriza a la modernidad.

  2. La gnosis y la autosuperación: Como señalas, la idea de mirar hacia el interior y encontrar la verdad por medio del conocimiento propio es un principio gnóstico que, en su evolución histórica, influyó en el humanismo renacentista, la masonería y, más tarde, en el pensamiento moderno. La masonería, al integrar estos principios en su estructura, se volvió más congruente con este proceso histórico. Evola, en cambio, rechazaba la modernidad, sin reconocer que su propia filosofía podía llevar, al menos indirectamente, hacia ese mismo camino.

  3. El sincretismo: Evola tomó elementos de tradiciones muy diversas (budismo, tantrismo, hermetismo, neoplatonismo, etc.) y los adaptó a su marco conceptual. Este enfoque sincrético, aunque buscaba ser una reconstrucción de "lo eterno", se parece más a las dinámicas espirituales modernas que tienden a mezclar tradiciones y a reinterpretarlas de manera subjetiva.

  4. El rechazo de la objetividad teísta: Evola, al no depender de un Dios personal como centro de su sistema, rompía con una visión teísta y jerárquica clásica, lo cual también tiene ecos en las corrientes de pensamiento que nutrieron la modernidad espiritual, como la masonería. Esta falta de dependencia en un absoluto externo puede ser vista como una transición hacia la autonomía espiritual moderna.  

     

Evola vs. Masones: Incongruencia

Como bien planteas, los masones aceptaron abiertamente su papel dentro de esta evolución espiritual moderna, mientras que Evola intentó posicionarse como un defensor de valores tradicionales, opuestos a lo moderno. Sin embargo, su enfoque puede considerarse inconsistente porque las mismas herramientas espirituales que promovía (autosuperación, gnosis individual y relativismo de interpretación) terminan contribuyendo al proceso que dio forma a la modernidad, incluso si esa no era su intención.

Conclusión

Evola parecía atrapado en una tensión entre su rechazo a la modernidad y su promoción de ideas que, al menos en parte, eran propias de la modernidad. Esto lo hace, efectivamente, menos congruente que la masonería, que asumió de manera más abierta esa transición espiritual hacia lo moderno. Podría decirse que, sin querer, Evola fue más moderno que tradicional, y ahí radica una contradicción fundamental en su pensamiento.


lunes, 13 de enero de 2025

La Incompatibilidad entre Julius Evola, la tradición "primordial" y el Catolicismo

Puede parecer que el pensamiento de Julius Evola y el catolicismo tradicional, a simple vista, compartan ciertos puntos de interés en la crítica a la modernidad, pero sus fundamentos filosóficos y espirituales son del todo contrapuestos.

Evola construyó su doctrina a partir de un tradicionalismo esotérico, influenciado por autores como René Guénon y Nietzsche, así como por religiones orientales como el hinduísmo y el budismo. En su visión, la espiritualidad se basa en una pretendida tradición primordial que trasciende los dogmas religiosos específicos, privilegiando interpretaciones simbólicas y esotéricas, visión que comparte con la masonería y el judaísmo cabalístico

Amazon.es: Julius Evola: libros, biografía, última actualización

Este enfoque lo llevó a desarrollar un marco de pensamiento en el que la autotrascendencia —mediante la gnosis— se convierte en el objetivo principal del ser humano a través de prácticas espirituales centradas en uno mismo, como la meditación budista o determinadas prácticas ascéticas, sin depender de un Dios personal. En toda creencia gnóstica, Dios no participa directamente, es uno mismo el que evoluciona espiritualmente sin ayuda de Dios. Este enfoque deísta está presente en todos los movimientos contrarios al catolicismo que se han dado a lo largo de la historia y que siguen estando presentes, hoy más que nunca. El último de estos movimientos y que más presencia tiene hoy en día —por diversos factores— es el de la Nueva Era. Y es que el pensamiento de Evola coincide en muchos de los puntos fundamentales defendidos por la Nueva Era, para el pesar de los partidarios del pensamiento evoliano y pese a que ésta es mucho más simple que el pensamiento desarrollado por el pensador italiano.

El rechazo frontal de Evola al cristianismo es otro de los puntos que marca una brecha insalvable con la doctrina católica. Para él, el cristianismo había —supuestamente— debilitado los valores heroicos y aristocráticos de las antiguas tradiciones europeas, reemplazándolos con una ética que consideraba igualitaria y decadente. En su lugar, prefería rescatar elementos de tradiciones paganas y precristianas, a las que atribuía un carácter más "solar" y heroico. Este neopaganismo, además de mera ficción decimonónica, es incompatible con el cristianismo, que entiende la historia como un camino hacia la redención a través de Cristo.

En el centro del pensamiento católico está la revelación divina, transmitida a través de la Escritura, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia. Para el catolicismo, la salvación es un don de la gracia de Dios, accesible a todos los hombres, y no un logro reservado a una élite espiritual. El cristianismo coloca a Jesucristo, Dios encarnado, como el centro de la existencia humana, por el cual la humanidad ha sido redimida a través de su sacrificio en la cruz.

Otro punto de fricción insalvable es el enfoque individualista y elitista de Evola frente al carácter comunitario y humilde de la espiritualidad cristiana. Mientras que Evola valora la búsqueda personal de trascendencia — al modo oriental — como un esfuerzo superior reservado para unos pocos, el catolicismo insiste en la necesidad de la comunidad eclesial y de los sacramentos como medios a través de los cuales Dios ofrece su gracia. Además, el rechazo de Evola a los dogmas y a cualquier tipo de autoridad espiritual contradice directamente el papel central que la Iglesia tiene en la vida cristiana. Una vez más, aquí coincide con las creencias de la masonería.

Por otro lado, la crítica compartida al modernismo, aunque podría parecer un punto de convergencia, se da desde perspectivas muy distintas. Evola denuncia el materialismo, el liberalismo y la secularización como síntomas de un mundo que ha perdido su conexión con la espiritualidad “primordial”, pero como Evola es un producto más de la modernidad ilustrada y masónica, su solución es buscar una trascendencia basada en un esoterismo individual y neopagano con marcadas influencias orientales. Sincretismo relativista puro y duro.

LA CRISIS DEL MUNDO MODERNO" (1927)✍🏻 RÉNE GUÉNON - YouTube Rene Guenon además de apoyar a la masonería regular por considerarla poco corrompida por la modernidad, se convirtió al Sufismo musulmán por considerarlo como el pensamiento religioso más cercano a dicha tradición.

 

El catolicismo, por el contrario, critica el modernismo desde la firme convicción de que la verdad ha sido plenamente revelada en Cristo, y que es a través de la fidelidad a esa revelación como se puede enfrentar la crisis espiritual de la modernidad.

El pensamiento de Evola sobre la trascendencia puede ser clasificado como gnóstico— aunque no abrace el concepto de "demiurgo"—, en tanto que enfatiza un conocimiento oculto y un esfuerzo personal interno para evolucionar espiritualmente. Sin embargo, desde la perspectiva cristiana, este enfoque es profundamente antropocéntrico y ajeno a la necesidad de la gracia divina. La religión católica no concibe la salvación como algo que el hombre pueda alcanzar por sí mismo, sino como un don gratuito de Dios, ofrecido a través de Jesucristo y accesible por medio de la Iglesia.

Como podemos observar, aunque puedan existir ciertos paralelismos superficiales en la crítica al mundo moderno y en la valoración de lo espiritual, las doctrinas de Julius Evola y del Catolicismo tradicional están en una clara oposición. Evola propone un enfoque esotérico y neopagano que niega los principios fundamentales de la fe cristiana, como la centralidad de Cristo, la posibilidad que tiene todo hombre de salvarse y el papel de la gracia divina.

Este pensamiento antropocéntrico centrado en el endiosamiento del hombre por sus propios medios que promueve el “tradicionalismo” esotérico, ya fue combatido bajo otras máscaras por los cristianos de los primeros siglos e incluso por los profetas del Antiguo Testamento.

San Agustín define a la perfección este combate en unas pocas palabras:

Dos amores han dado origen a dos ciudades: el amor de sí mismo hasta el desprecio de Dios, la terrena; y el amor de Dios hasta el desprecio de sí, la celestial”

Évola, sin duda, se amaba demasiado a sí mismo, por eso no necesitaba ser salvado por Cristo y prefirió deleitarse con el viejo y corrupto canto de la Serpiente.


Europa Ancestral

miércoles, 22 de mayo de 2024

Nueva Era, reencarnación y transmigración de las almas

Compartimos este brillante vídeo del canal Stat Crux, en el cual, se nos habla de como en la actualidad se nos presenta un concepto de la reencarnación dulcificado, sin los aspectos negativos que siempre tuvo como durísimo castigo espiritual, así como sus características, su incompatibilidad con el cristianismo, y sus numerosas incongruencias.

martes, 19 de marzo de 2024

La realidad sobre la Reencarnación y las experiencias de vidas pasadas

 Las experiencias de vidas pasadas: Sugestión, Criptomnesia y Memoria Genética.

La creencia en la reencarnación ha fascinado a las sociedades occidentales en los últimos siglos, generando historias de vidas pasadas y experiencias que parecen desafiar la lógica. Sin embargo, un análisis crítico revela que muchas de estas experiencias pueden ser atribuidas a fenómenos psicológicos bien conocidos.

La sugestión juega un papel fundamental en la percepción de la reencarnación. Las personas que ya creen en este concepto tienden a interpretar eventos de sus vidas como evidencia de vidas pasadas, predisponiendo su mente y su subconsciente a buscar y encontrar conexiones ficticias. Esta predisposición puede llevar a la reinterpretación de recuerdos y experiencias de una manera que confirme sus creencias preexistentes. 


 
    La reencarnación suele crear fuertes sentimientos de vanidad y soberbia.


Por otro lado, la criptomnesia, o el recuerdo inadvertido de información almacenada en la mente, también puede explicar muchas experiencias aparentemente relacionadas con la reencarnación. Los recuerdos de vidas pasadas pueden ser el resultado de fragmentos de información recopilados a lo largo de la vida de una persona, que luego se mezclan y se presentan como recuerdos de eventos pasados. Este fenómeno puede ocurrir de manera inconsciente, sin que la persona sea consciente de que está recordando información previamente aprendida.

Además, la hipótesis de la memoria genética ofrece otra explicación plausible para las experiencias de reencarnación. Según esta teoría, ciertos recuerdos y experiencias pueden ser heredados a través de la información genética. Los estudios han demostrado que ciertos traumas y experiencias pueden dejar una huella en los genes, que luego se transmite a generaciones futuras. Estos recuerdos genéticos pueden manifestarse como experiencias de vidas pasadas en individuos que no tienen una conexión directa con los eventos originales.

En resumen, si bien las experiencias de reencarnación pueden parecer convincentes a primera vista, un análisis más profundo revela que pueden ser explicadas por fenómenos psicológicos bien conocidos.


 La infiltración del concepto de reencarnación en Occidente:


Muchas personas creen actualmente en la reencarnación debido a la descristianización y a la influencia de la archiconocida Nueva Era, que hoy en día está en todas partes. Ya sabéis, esa mezcla de ideas orientales con esoterismo y gnosticismo. Pero muchos de ellos tienen una idea muy vaga de la reencarnación y normalmente se montan su propia película. Aquí mostraremos resumidamente aquello que no conocen los occidentales sobre la reencarnación, que no es para nada agradable, así como sus puntos flacos o negativos:

- El karma es la medida que lo establece todo en el sistema de reencarnación oriental, dependiendo de las acciones del individuo en esta vida y las anteriores, se reencarnará en una u otra cosa.
El llamado karma es algo totalmente tiránico e injusto y es que dicho concepto establece que todas las injusticias que ocurren en esta vida es debido a errores de vidas pasadas y bajo esa excusa se permiten barbaridades, es decir, si a alguien le pasa algo horrible es porque se lo merece, así que no se le debe ayudar, más bien todo lo contrario. Por eso no existe la generosidad (o es mucho más difícil de ver) en las zonas de Oriente dónde se cree en la reencarnación. A su vez, este concepto abre la veda al individualismo más atroz que podamos imaginar, así como al egoísmo y a la crueldad. Por ejemplo, en una violación, según el concepto hindú/budista, la persona violada en realidad se merece ser agredida de tal forma, ya que se debe a sus acciones tanto de esta vida como de las anteriores. 

- Por otra parte, el concepto de la reencarnación da como resultado una frivolización de la vida, restándole importancia, ya que si haces algo mal, tienes otra vida para hacerlo mejor, como si fuera un videojuego. Claramente se fomenta la irresponsabilidad, y como hemos visto en el punto anterior, los conceptos de karma y reencarnación conllevan una profunda injusticia, que va contra todo sentido común.


- El número de almas humanas crece constantemente y esto no cuadra con la teoría de la reencarnación. Si todos los seres vivos, sobre todo los humanos, han tenido multitud de vidas anteriores, el número de almas siempre se mantendrá estable. Según el hinduismo, los ascensos y descensos de categoría espiritual, es decir, de humanos a animales, y de animales a humanos, provocan que el número de almas humanas crezca de forma moderada, aunque también podría disminuir. Hasta hace unos ciento cincuenta años, dicha teoría podía ser plausible, pero choca de pleno con el enorme crecimiento poblacional que se ha producido en el mundo durante los últimos tiempos, actualmente somos más de ocho mil millones de personas, cuando hace veinte años éramos seis mil millones, y hace tan solo ciento cincuenta años, la población mundial no llegaba a los mil millones... el crecimiento poblacional ha sido colosal y con ello, el número de almas. Creo que no hace falta desarrollar más este punto, ya que ninguna excusa, por elaborada que fuera, podría justificar este incremento brutal de almas humanas en un tiempo tan corto, menos aún en el supuesto Kali Yuga, la era de la oscuridad, donde los humanos cada vez van a peor y deberían reencarnarse en alimañas.

- En las diferentes reencarnaciones, el sexo podría cambiar y así lo aseguran los que creen en la reencarnación, lo cual no tiene mucha lógica a menos que uno sea partidario de la rocambolesca ideología de género... ya que la forma de ser y pensar de una mujer, a nivel profundo, es diferente a la de un hombre. No tiene mucho sentido que un alma sea en una vida mujer y en otra hombre. Mucho menos sentido tiene el paso del alma humana hacia un animal o un insecto. Como vemos este concepto también puede justificar en parte la puesta en práctica de la ideología de género, por eso muchos expertos en cirugía trans, son cirujanos hindús.

- Según muchos partidarios de la reencarnación, debería existir un limbo entre vidas para premiar aunque sea parcialmente a algunas almas (por sentido de justicia), pero aún así, esto no tendría mucho sentido porque luego tienen que volver a vivir una nueva vida igualmente. No olvidemos que con cada nueva vida, esa alma olvida completamente la vida anterior, con todo lo que ello conlleva.

- En las religiones orientales, la reencarnación sustituye el concepto de infierno, ya que para ellos, el infierno cristiano no existe. Así las cosas, la reencarnación se configura como un castigo, un castigo muy duro. En teoría, los peores castigos son reencarnarse en bichos, ratas y seres similares.

- No podemos olvidarnos de la arbitrariedad total que se da en el concepto de reencarnación y es que para alcanzar la perfección es sumamente difícil e injusto ya que por ejemplo, alguien ha podido tener una vida casi perfecta espiritualmente hablando, pero supuestamente necesita otra reencarnación, y entonces en la siguiente vida, por diversas circunstancias se ve casi obligado a llevar a cabo acciones que le hacen involucionar espiritualmente y tiene que volver a empezar desde casi el principio. De todos modos, dado el relativismo tan bestia que se da en esas religiones, la vara de medir la perfección de una vida es a su vez tremendamente arbitraria y subjetiva...

Y es que, como afirma el filósofo Peter Kreeft, la reencarnación repudia la moralidad. Los neoplatónicos y los gnósticos afirmaban que el cuerpo es la causa del pecado y del mal (la materia para ellos era maligna). Una filosofía muy conveniente para los pecadores: “Mi cuerpo me obligó a hacerlo. La culpa es tuya, Dios, por hacerme cargar con él”.

 

Europa Ancestral


lunes, 28 de febrero de 2022

Falsa disidencia: Perfil del creyente medio de la New Age y ciertas creencias rocambolescas

Hacía tiempo que queríamos escribir un artículo sobre la New Age o Nueva Era, pero esta vez no nos centraremos tanto en las ideas como hemos hecho otras veces en referencia al ocultismo o al paganismo, esta vez nos centraremos de lleno en las motivaciones que llevan a muchos despistados a caer en esas creencias que ofrece la élite mundial a las masas como alternativa al cristianismo y también como falsa disidencia, puesto que también incluyen ciertos postulados políticos e históricos.

Los seguidores de la New Age se caracterizan por desconocer de forma generalizada la historia y muy en particular la historia antigua, en la cual queda englobada la vida de Jesucristo y los primeros tiempos de la Iglesia. Siempre tienen prejuicios contra el cristianismo, ya que conocen la religión muy vagamente. Esto es algo muy común en las sociedades descristianizadas de Occidente. Además, muchos de ellos están influenciados por la historiografía protestante, en la cual se demoniza y se falsea la historia de la Iglesia Católica y sobre todo sus orígenes. Desconocen que el mundo anglo-protestante aparte de crear una leyenda negra para España, también la creó para el catolicismo.

En lo psicológico, por lo general, muchos tienen problemas de autoestima y mediante la falsa superioridad moral que les ofrece el creerse "sabios" o "conocedores de una verdad oculta" (sea cual sea la corriente que defiendan dentro de la Nueva Era) consiguen subirse la moral (por un tiempo) y alimentar su ego gracias a la soberbia espiritual tan propia de este tipo de creencias esotéricas (hablan mucho de deshacerse del ego, pero luego hacen todo lo contrario). Ellos, en sus adentros, se creen que lo saben todo y los demás no saben nada, aunque en realidad sean ellos los que carezcan de una formación cultural e histórica decente. 

Y es que esta es la puerta de entrada de este tipo de creencias "espirituales" esotéricas y relativistas: El desconocimiento generalizado en religión cristiana e historia. Cuando uno ignora gran parte de la historia, le cuelan cualquier cosa, y esto sucede con mucha más facilidad en temas espirituales. Esto ocurre no solo por el poco interés que pueda tener uno en informarse bien y no de forma sesgada, si no que se debe a la penosa e insuficiente formación religiosa que se imparte desde ya hace décadas (no viene de ahora), la cual se limita a una insuficiente formación infantil, cuando es absolutamente necesaria una formación para adultos, puesto que las necesidades y capacidades intelectuales de un adulto, no son las mismas que las de un niño de ocho o nueve años.
 

Las personas engañadas por la Nueva Era, solo aceptan aquellas ideas que les convienen, ya sea por comodidad o egocentrismo, para sentirse un poco mejor con ellos mismos - el hombre siempre busca excusas para justificarse- . Guiados por el capricho, eligen aquello que les resulta más atractivo para crearse su propia "religión", como si de un buffet libre se tratara; aquí la soberbia espiritual -tan propia de la masonería- juega un papel fundamental.

También muestran una falta de pensamiento crítico y discernimiento dignas de mención. No creen en ninguna teoría "oficial", pero son extremadamente crédulos con cualquier teoría disparatada que encuentran en internet. Como consecuencia, caen en un bucle y su cerrazón o sectarismo no les deja salir de ahí. No piensan racionalmente y no están dispuestos a escuchar con mentalidad abierta otras creencias o posiciones. De hecho, siempre rehuyen el enfrentamiento dialéctico con gente que tenga otras cosmovisiones religiosas. No buscan la verdad, solo buscan defender sus teorías aunque vean que éstas tienen numerosas incongruencias, adaptando la realidad a sus creencias todo lo que haga falta.

Casi siempre muestran ciertas actitudes sectarias y en numerosas ocasiones acaban uniéndose a alguna secta, veasé la Cienciología, la secta budista RIGPA, o ciertos grupos que siguen a "gurús", los cuales sacan el dinero a sus seguidores bajo cualquier pretexto.

Ejemplos de creencias que pueden ser englobadas en el lote de la Nueva Era:

- Budismo occidentalizado mezclado con ideologías de izquierda, como el veganismo.

- Hinduísmo mezclado con esoterismo o espiritismo.

- Teorías conspiranoicas sobre reptilianos, dioses extraterrestres de todo tipo (los más conocidos son los Annunaki y los Pleyadianos).

- Teorías sobre supuestos "maestros espirituales" que mezclan medias verdades del cristianismo con invenciones "transmitidas por extraterrestres o por algún descubrimiento que solo ellos conocen" de corte anticristiano y anticlerical. Estos maestros siempre son "contactados" por extraterrestres o personajes similares venidos de otras dimensiones. Incluso algunos se autodenominan directamente como "dioses", lo cual denota una desmesurada soberbia, muy propia del luciferismo. Esta obsesión con los extraterrestres viene del antropocentrismo imperante: todo gira en torno a lo humano, tanto lo sobrenatural como lo terrenal. Ante la ausencia de un Dios hecho hombre, el individuo posmoderno se refleja en los extraterrestres representándolos como hombres hechos dioses, queriendo verlos como sea en todas las representaciones religiosas de la Antigüedad. Se invierte la relación entre la Divinidad y la Humanidad dándole un sentido prometeico. Una de las primeras "gurús" que engendró esta clase de creencias fue Helena Blavatsky, fundadora de la Sociedad Teosófica.

También se suele dar una mezcla de todas estas creencias, puesto que el sincretismo religioso es uno de los pilares de la New Age.

Todas estas corrientes siempre suelen tener varios aspectos añadidos en común, como la defensa a ultranza de la homeopatia o las terapias alternativas, el rechazo frontal a todo tipo de vacunas y medicamentos, el desprecio al cristianismo sin importar sus distintas ramas (ya que ni las conocen), el culto a la "energía" propio del panteísmo, y una fuerte afición por la astrología, el horóscopo, el yoga o el reiki.

 

 
Pintura sobre la falaz leyenda negra española. Los adeptos de la Nueva Era siguen a pies juntillas los postulados anticristianos y antihispánicos del NWO en cuanto a historia de España y de la Iglesia se refiere.

 

El "apoliticismo" también es muy común dentro de las corrientes más conspiranoicas, ya que creen que todo lo que pasa en el mundo es obra de los "reptilianos" o malos de turno (que suelen ser extraterrestres): todos los gobernantes, partidos y movimientos políticos son malos y no hay oposición posible, por lo tanto, se limitan a esperar a que se produzca el "gran despertar" de la humanidad, que nos llevará a una "Nueva Era"... Un despertar que por supuesto no se ha producido en ninguna de las fechas prometidas por sus numerosos gurús. La última fue para el año 2012. En muchos casos, también defienden sin darse cuenta posturas que comparten con esas mismas élites mundiales que supuestamente critican, y acaban posicionándose ingenuamente como tontos útiles del sistema, del mismo modo que la izquierda progre, ya que son totalmente inofensivos para el NWO y para colmo, por norma general, suelen criticar y difamar a los que plantan cara de verdad a la tiranía globalista.

Estas pseudo-creencias alternativas responden a la necesidad de las élites por generar desinformación y alejar a la gente de las posturas o creencias que realmente son peligrosas para el Sistema.

Las corrientes más importantes de la Nueva Era, como hemos explicado en otro artículo que hablaba en profundidad sobre el esoterismo y el ocultismo (enlace al final del artículo), fueron creadas y alimentadas por la Masonería para secularizar aún más las sociedades occidentales e implantar una pseudo-religión mundial acorde a sus planteamientos gnósticos y a sus intereses políticos progresistas, superando así la fase atea que caracterizó al Siglo XX. Puesto que al fin y al cabo, el ser humano por naturaleza necesita creer en algo trascendente.

 

“Cuando se deja de creer en Dios, enseguida se cree en cualquier cosa.” G.K. Chesterton.

 

Europa Ancestral


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Ocultismo, esoterismo y su relación con la masonería